Las intenciones mantienen la tensión adentro. Estar hueco y vacío significa dejar toda intención. En la tensión, el descanso no se hace profundo. La Devoción disuelve las intenciones. La intención te empuja hacia el futuro. La dicha está siempre presente. Aquel que despierta a esta verdad es sabio. En un estado de dicha, cada tanto, si una intención aparece, se manifiesta sin esfuerzo. Cuantas más intenciones tengas, más en tensión estarás. Minimizar tus intenciones podría ser tu última intención.