Por Gurudev Sri Sri Ravi Shankar
Donde quiera que esté la verdad, hay Shiva. Donde quiera que haya belleza, hay Shiva. Donde quiera que haya benevolencia, hay Shiva. Y no existe lugar donde el principio de Shiva no esté presente.
Es la divinidad más benevolente, omnipresente, omnipotente. De eso se trata Shiva y nos empapamos en ello.
Olvidamos que este poder está con nosotros. Shivaratri nos recuerda que somos Shiva. Por eso decimos "Shivoham, Shivoham", que significa 'Soy Shiva, soy ese principio, soy la verdad, la eternidad, la belleza y la benevolencia'. Shivaratri es una ocasión para recordar esto.
Con el ajetreo diario y el bullicio se nos olvida aquello a lo que hemos llegado, en lo que vivimos y hacia lo cual nos dirigimos; ese principio eterno se olvida. ¡Esto es lo más desconcertante!
Es desconcertante cómo podemos olvidar aquello a lo que hemos llegado, en lo que vivimos y en lo que nos disolvemos. ¿Cómo podemos olvidarlo? ¡Es un verdadero acertijo!
Recordar que la verdadera celebración ocurre en la vida disipa todas las preocupaciones; todo lo que molesta desaparece, ¿cierto? Y todos son tan afortunados de permanecer en silencio y en meditación este día. Shivaratri ocurre cuando lo manifestado y lo no manifestado celebran su unión. El Uno no manifestado, intangible y abstracto se manifiesta en lo concreto.